Acorazado Potemkin
17mo viaje
15199 millas náuticas
Día 120
Las Torres del Paine estuvieron preciosas. Se pudieron ver enteritas, además tomé imágenes para uno de mis posibles nuevos proyectos, aunque este si es que delirante y no creo que lo haga. “Painemount Pictures”. En el fondo es la productora que reemplazaría a Papaya Films, pero en Puerto Natales y no en La Serena y la presentación sería igual que la de Paramount, solo que con las Torres del Paine. En el bus me fui muy entretenido porque me compré un libro que se llama “Historia del Movimiento Obrero en la Provincia de Última Esperanza 1911 – 1973”. No tenía idea que Natales tenía una historia roja. De hecho, desde su fundación hasta antes del golpe 11 de sus 12 alcaldes fueron socialistas, es el distrito donde Allende sacó mayor votación y, ha sido la única ciudad chilena que en algún momento de la historia echó por la fuerza a los representantes del Estado y estableció un poder autónomo. Estaban pensando en el primer documental de Painemount. Cuando llegué al barco me encontré con Pinda y le dije que luego le iba a prestar el libro para que sacara ideas. Resulta que el jueves (día de la recalada) los camareros decidieron ir al centro durante el almuerzo. Pidieron un taxi a eso de las 12:30 (el horario de descanso empieza a las 12); sin embargo cuando los pasaron a buscar la señora no los quería dejar ir porque tenían que seguir trabajando. Recapitulemos. El zarpe es el sábado a las 17:00hrs, es decir llevaban 5 días seguidos trabjando y ella quería que se quedaran 30 minutos más. Pinda, que necesitaba ir al banco, le dijo a la señora que estaba en su hora de descanso y podía hacer lo que quisiera y le dijo a los cabros que el taxi les estaba esperando. Ella le dijo que era un sindicalista que era el líder que quería, poco menos revolucionar el barco y que andaba con la ley en la mano para sacar ventaja. Remato esto diciendo que lo iba a echar. El capitán andaba en una reunión de directorio por lo que la situación quedó en stand bye. Después de grabar unas tomas del zarpe fui a mi oficina y dejé andando el computador, Pinda llegó hasta acá y nos pusimos a conversar. Al rato llegó la señora, se miraron con odio y Pinda se fue. Al rato me llamó urgido y me preguntó que me había dicho la señora. “No te preocupís, no fue nada sobre ti”. “¿y qué te fue a hablar”. “Me preguntó si había salido con mi doctorcita…” La conchadesumadre, ni siquiera me puedo jotear a una mina tranquilo. Esto si que es un feudo, hasta los jefes me tienen que aprobar a la mina. Estoy chato de la vida en Potemkin, chato.
En la noche nuevamente vino Pinda a pasarme unos dvds pa’ copiar. Nos quedamos conversando. Dije que ya estaba apestado de todo, pero que necesitaba la plata pa’ pagarle la universidad a su hermana. Pero que si lo querían echar había que irse no más, que por un lado iba a ser un alivio. Me dijo que fue a conversar con el capitán sobre su situación y este le dijo que cuando llegaran a tierra arreglaban el asunto. Los otros camareros habían dicho que en caso que lo echaran iban a renunciar todos. Le dije que si eso pasaba yo también renunciaba. Es que me contó cuestiones que te dan mucha rabia, arbitrariedades heavies. Es cierto que yo reclamo y rabio, pero en términos objetivos a mi me huevean re’ poco. Como tengo educación y no es tan fácil reemplazarme no se meten tanto por mi pega. En otras funciones eso es así, como pagan bien sienten que tienen el derecho a ser dueños de tu persona. Y ya tienen más de 70 años (capitán y señora) por lo cuál es imposible que cambien su manera de ser. No sé… si lo llegaran a echar espero tener los cojones para decir: “me voy” y no quedarme sólo porque pagan bien.
Día 121
Ya llevo 4 meses hueveando acá. Los sucesos en Potemkin siguen acaeciendo. Resulta ser que la señora se enfrascó en una discusión con Felipe. Él es una de las personas más inofensivas que he conocido en mi vida. El trascendental asunto se refería a una toalla. Llegó un punto en que Felipe le dijo que una vez que llegaran a tierra se iba a desembarcar porque ya no la aguantaba más. Durante la mañana los camareros fueron a hablar con el capitán para contarle lo que les estaba pasando. Para sorpresa de todos éste retó a la señora e incluso le pidió disculpas a Felipe. En la tarde vino a mi oficina con un paquete de galletas y me lo regaló. ¡increíble! Bueno, también me preguntó nuevamente por la doctora.
En la tarde salió el sol y debe haber sido uno de los días más lindos que me han tocado acá. Como el fomingo es fome subí a la cubierta de más arriba. Era impresionante ni siquiera había viento y el agua y el cielo se veían tan azules. El paseo por el fiordo fue hermoso, lamentablemente cuando respiro profundo y disfruto los paisajes ya no puedo decir: “en este momento soy feliz”. Trato de hacerlo, pero simplemente no lo siento.
Día 122
Pensé en mayo todo el día. Es como cuando estás enamorado y aunque no lo quieras te aparece en tus ideas la persona que te gusta. Nada más que esta vez era con el viaje de vuelta a Puerto Montt, el viaje en bus a Santiago, el carrete de retorno, echarme en mi cama a ver los playoffs de la Nba echando la talla con mis hermanos, yendo a la escuela a saludar a la gente. El bote estuvo helado, pero nada más de la cuenta. Pensaba en que sería excelente si me cayera y me lesionará el pie o el brazo, algo que necesite como un mes de licencia y que me tenga que ir a mi casa, pero que quedé sin secuelas. Bueno lo de las secuelas es relativo, porque cuando hace frío y me siento todavía me duele el porrazo que me pegué en las escaleras.
El resto del día no pasó mucho más.
Día 123
Salté del camarote para ver como estaba el día; había una densa, muy densa neblina. El capitán retraso el paseo en media hora, pero las nubes no se disipaban mucho, además llovía fuerte, fuerte. Fue un día difícil, por suerte no hacía tanto frío. Pero quedé empapado. Tanto así que cuando volví al barco me tuve que pegar una ducha, porque sino de seguro me resfriaba.
Quiero irme a mi casa. Quiero ordenar mi vida y cachar que quiero hacer con ella. Siento que estos meses acá me han confundido el rumbo, que tengo menos cosas claras que cuando me vine. Yo creo que volviendo se me van a aclarar. Al menos me he dado cuenta de algo importante: no me gusta la plata. Esta es la primera vez en mi vida que h juntado una cantidad buena de dinero y ya no me motiva. Los primeros meses era entretenido recibir el sobre con billetes y me sentía motivado de seguir trabajando con eso, ahora no. Si me ofrecen una pega que me motive por un tercio de lo que gano acá me voy al tiro. La lata es que el viernes supe que el proyecto que me habían ofrecido para mayo se quedó sin plata, así que a partir de ese mes estaré cesante.
En la tarde llegamos al glaciar el brujo. Estaba lloviendo mucho, empero el capitán igual dijo a la gente que bajara. Estaba bonito, porque como se había derretido pudimos caminar a una parte que antes no llegábamos. A la vuelta cuando intenté subirme al bote me resbalé en una roca y caí. Puse el codo para no golpear la cámara, pero igual alcanzó a pegar un poco en la parte de atrás, desde donde saltó la batería que por milagro de quedó chantada y cayó en el agua. No me quebré nada. Me quedé sentado ahí un rato con muchas ganas de llorar.
Durante el último tiempo me he acoplado a la mafia del barco. Resulta ser que como les copio dvds a los cabros (yo respetaba el derecho autoral, pero actualmente estoy en una situación en que las leyes, en la práctica, no existen) y ellos me están consiguiendo chocolates que les debieran dejar a los pasajeros. Antes del mostrar el video Pinda me dijo que después se iban a juntar en la cabina a bailar y me invitó. Ok, el asunto de bailar es que Felipe tiene un playstation y una de esas alfombras en las que tienes que bailar según lo que indica la pantalla. Estuvimos ahí un buen rato, yo di jugo, pero este cabro es impresionante como saltaba y hacía las secuencias que le ordenaba el play al ritmo de unas melodías chinocas.
Día 124
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
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All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
15199 millas náuticas
Día 120
Las Torres del Paine estuvieron preciosas. Se pudieron ver enteritas, además tomé imágenes para uno de mis posibles nuevos proyectos, aunque este si es que delirante y no creo que lo haga. “Painemount Pictures”. En el fondo es la productora que reemplazaría a Papaya Films, pero en Puerto Natales y no en La Serena y la presentación sería igual que la de Paramount, solo que con las Torres del Paine. En el bus me fui muy entretenido porque me compré un libro que se llama “Historia del Movimiento Obrero en la Provincia de Última Esperanza 1911 – 1973”. No tenía idea que Natales tenía una historia roja. De hecho, desde su fundación hasta antes del golpe 11 de sus 12 alcaldes fueron socialistas, es el distrito donde Allende sacó mayor votación y, ha sido la única ciudad chilena que en algún momento de la historia echó por la fuerza a los representantes del Estado y estableció un poder autónomo. Estaban pensando en el primer documental de Painemount. Cuando llegué al barco me encontré con Pinda y le dije que luego le iba a prestar el libro para que sacara ideas. Resulta que el jueves (día de la recalada) los camareros decidieron ir al centro durante el almuerzo. Pidieron un taxi a eso de las 12:30 (el horario de descanso empieza a las 12); sin embargo cuando los pasaron a buscar la señora no los quería dejar ir porque tenían que seguir trabajando. Recapitulemos. El zarpe es el sábado a las 17:00hrs, es decir llevaban 5 días seguidos trabjando y ella quería que se quedaran 30 minutos más. Pinda, que necesitaba ir al banco, le dijo a la señora que estaba en su hora de descanso y podía hacer lo que quisiera y le dijo a los cabros que el taxi les estaba esperando. Ella le dijo que era un sindicalista que era el líder que quería, poco menos revolucionar el barco y que andaba con la ley en la mano para sacar ventaja. Remato esto diciendo que lo iba a echar. El capitán andaba en una reunión de directorio por lo que la situación quedó en stand bye. Después de grabar unas tomas del zarpe fui a mi oficina y dejé andando el computador, Pinda llegó hasta acá y nos pusimos a conversar. Al rato llegó la señora, se miraron con odio y Pinda se fue. Al rato me llamó urgido y me preguntó que me había dicho la señora. “No te preocupís, no fue nada sobre ti”. “¿y qué te fue a hablar”. “Me preguntó si había salido con mi doctorcita…” La conchadesumadre, ni siquiera me puedo jotear a una mina tranquilo. Esto si que es un feudo, hasta los jefes me tienen que aprobar a la mina. Estoy chato de la vida en Potemkin, chato.
En la noche nuevamente vino Pinda a pasarme unos dvds pa’ copiar. Nos quedamos conversando. Dije que ya estaba apestado de todo, pero que necesitaba la plata pa’ pagarle la universidad a su hermana. Pero que si lo querían echar había que irse no más, que por un lado iba a ser un alivio. Me dijo que fue a conversar con el capitán sobre su situación y este le dijo que cuando llegaran a tierra arreglaban el asunto. Los otros camareros habían dicho que en caso que lo echaran iban a renunciar todos. Le dije que si eso pasaba yo también renunciaba. Es que me contó cuestiones que te dan mucha rabia, arbitrariedades heavies. Es cierto que yo reclamo y rabio, pero en términos objetivos a mi me huevean re’ poco. Como tengo educación y no es tan fácil reemplazarme no se meten tanto por mi pega. En otras funciones eso es así, como pagan bien sienten que tienen el derecho a ser dueños de tu persona. Y ya tienen más de 70 años (capitán y señora) por lo cuál es imposible que cambien su manera de ser. No sé… si lo llegaran a echar espero tener los cojones para decir: “me voy” y no quedarme sólo porque pagan bien.
Día 121
Ya llevo 4 meses hueveando acá. Los sucesos en Potemkin siguen acaeciendo. Resulta ser que la señora se enfrascó en una discusión con Felipe. Él es una de las personas más inofensivas que he conocido en mi vida. El trascendental asunto se refería a una toalla. Llegó un punto en que Felipe le dijo que una vez que llegaran a tierra se iba a desembarcar porque ya no la aguantaba más. Durante la mañana los camareros fueron a hablar con el capitán para contarle lo que les estaba pasando. Para sorpresa de todos éste retó a la señora e incluso le pidió disculpas a Felipe. En la tarde vino a mi oficina con un paquete de galletas y me lo regaló. ¡increíble! Bueno, también me preguntó nuevamente por la doctora.
En la tarde salió el sol y debe haber sido uno de los días más lindos que me han tocado acá. Como el fomingo es fome subí a la cubierta de más arriba. Era impresionante ni siquiera había viento y el agua y el cielo se veían tan azules. El paseo por el fiordo fue hermoso, lamentablemente cuando respiro profundo y disfruto los paisajes ya no puedo decir: “en este momento soy feliz”. Trato de hacerlo, pero simplemente no lo siento.
Día 122
Pensé en mayo todo el día. Es como cuando estás enamorado y aunque no lo quieras te aparece en tus ideas la persona que te gusta. Nada más que esta vez era con el viaje de vuelta a Puerto Montt, el viaje en bus a Santiago, el carrete de retorno, echarme en mi cama a ver los playoffs de la Nba echando la talla con mis hermanos, yendo a la escuela a saludar a la gente. El bote estuvo helado, pero nada más de la cuenta. Pensaba en que sería excelente si me cayera y me lesionará el pie o el brazo, algo que necesite como un mes de licencia y que me tenga que ir a mi casa, pero que quedé sin secuelas. Bueno lo de las secuelas es relativo, porque cuando hace frío y me siento todavía me duele el porrazo que me pegué en las escaleras.
El resto del día no pasó mucho más.
Día 123
Salté del camarote para ver como estaba el día; había una densa, muy densa neblina. El capitán retraso el paseo en media hora, pero las nubes no se disipaban mucho, además llovía fuerte, fuerte. Fue un día difícil, por suerte no hacía tanto frío. Pero quedé empapado. Tanto así que cuando volví al barco me tuve que pegar una ducha, porque sino de seguro me resfriaba.
Quiero irme a mi casa. Quiero ordenar mi vida y cachar que quiero hacer con ella. Siento que estos meses acá me han confundido el rumbo, que tengo menos cosas claras que cuando me vine. Yo creo que volviendo se me van a aclarar. Al menos me he dado cuenta de algo importante: no me gusta la plata. Esta es la primera vez en mi vida que h juntado una cantidad buena de dinero y ya no me motiva. Los primeros meses era entretenido recibir el sobre con billetes y me sentía motivado de seguir trabajando con eso, ahora no. Si me ofrecen una pega que me motive por un tercio de lo que gano acá me voy al tiro. La lata es que el viernes supe que el proyecto que me habían ofrecido para mayo se quedó sin plata, así que a partir de ese mes estaré cesante.
En la tarde llegamos al glaciar el brujo. Estaba lloviendo mucho, empero el capitán igual dijo a la gente que bajara. Estaba bonito, porque como se había derretido pudimos caminar a una parte que antes no llegábamos. A la vuelta cuando intenté subirme al bote me resbalé en una roca y caí. Puse el codo para no golpear la cámara, pero igual alcanzó a pegar un poco en la parte de atrás, desde donde saltó la batería que por milagro de quedó chantada y cayó en el agua. No me quebré nada. Me quedé sentado ahí un rato con muchas ganas de llorar.
Durante el último tiempo me he acoplado a la mafia del barco. Resulta ser que como les copio dvds a los cabros (yo respetaba el derecho autoral, pero actualmente estoy en una situación en que las leyes, en la práctica, no existen) y ellos me están consiguiendo chocolates que les debieran dejar a los pasajeros. Antes del mostrar el video Pinda me dijo que después se iban a juntar en la cabina a bailar y me invitó. Ok, el asunto de bailar es que Felipe tiene un playstation y una de esas alfombras en las que tienes que bailar según lo que indica la pantalla. Estuvimos ahí un buen rato, yo di jugo, pero este cabro es impresionante como saltaba y hacía las secuencias que le ordenaba el play al ritmo de unas melodías chinocas.
Día 124
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
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All work and no play make Jack a dull boy
All work and no play make Jack a dull boy
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