Patagonia for kids
Vigésimosegundo viaje - 9 to go
16897 millas náuticas
Día 154
vean fotos en:
http://www.flickr.com/photos/63568587@N00/?saved=1
Anoche íbamos a salir, pero en un momento me dijeron que había una botella de whiskey y que mejor nos quedáramos carreteando en el barco. Ok, como ustedes deben suponer esto está completamente prohibido y eso lo hizo bastante entretenido. Nos fuimos a la cabina de los camareros, sacamos bebida de la máquina y entre 4 empezamos. Pinda dijo en broma, ¡ya cabros, a bajarse la botella!. Increíblemente después de un par de horas o hicimos. Conversando llegamos a la conclusión que carretear en Natales es muy distinto a hacerlo en otra parte. En el fondo acá tomas para evadirte, para irte del lugar, para olvidar el “encierro”. Todos sentimos que nos pasaba un poco lo mismo. Lo otro divertido es que me decían que era la primera vez que un rrpp (relaciones públicas, mi cargo en el barco) iba a carretear en la cabina con los camareros.
Ayer me había comprado un mp3 y me mandaron música muy buena desde santiago, entonces mi escape a Natales fue un placer, había viento que mezclaba muy bien con las melodías que escuchaba. Es distinta la vida con banda sonora.
Día 155
Cuando desperté había un viento horrible. Lucio dijo que no habían ráfagas de viento, sino que viento en garrafa. Me puse contento de grabar en esas condiciones, aún cuando el resultado no suele ser bueno parece heroico estar grabando cuando todo te quiere tirar para abajo. Así grité en medio del viento “Here we go, veintidós!” Dando comienzo al vigésimo segundo viaje.
El viaje fue entretenido escuchando música, viendo las torres y haciendo tomas creativas. Me gustó darme cuenta que todavía hay espacio para inventar para hacer otras cosas, para poder ver las cosas de una manera distinta. El viento fue demencial, eso si, en el Lago Nordensjold me pude apoyar en el y casi me bota la cámara cuando la dejé por una centésima sola en el trípode.
Me esta dando lata zarpar… me está dando lata tener que despedirme por teléfono de mi gente viendo como Puerto Natales se va alejando poco a poco… Me gustaría mucho que eso no fuese así… pero bueno, las cosas son como son.
En la noche me fui a la popa a escribir. Estaba rica la noche, de hecho estaba solo con polera manga larga. En eso pasó Álvaro y me dijo: “¡que estai autista!” lo que le contesté: “Autista no, artista”.
Día 156
El fomingo estuvo muy aburrido. El tiempo estuvo bueno, no hubo lluvia, salió algo de sol, pero una luz muy aburrida que no permitía ver detalle alguno. Descubrí que todavía me gusta grabar, pero editar me da una lata inmensa. Debe ser porque es una edición muy distinta a la que solía hacer. Acá es pegar una imagen después de la otra, no está en juego el sentido. Yo siempre pensaba que en el lenguaje audiovisual el momento de la redacción se hace en la editora y, así como me gusta escribir porque puedo decir cosas sólo ordenando las palabras que selecciono, editar me parecía un ejercicio creativo muy similar. Acá hay poco espacio para la creatividad. Aparte por un asunto de espacio, grabo al aire libre, pero edito en un encierro que ya me está empezando a pasar la cuenta. Mientras lo hacía llegó Pinda y me preguntó si tenía alguna película buena. Le mostré mis películas y me preguntó como era esa. Se refería al Acorazado Potemkin. “Ahhh, es una película sobre un motín en un barco” y me dijo que la pusiera obviando que es una película muda soviética del año 1925. La vimos como 15 minutos y nos reímos mucho porque el capitán del acorazado era chico, así como el capitán y empezamos a ponerle nombres de gente de la tripulación a los actores. Obviamente no nos hacen comer carne con gusanos como en la película, pero cada cosas pasan cuestiones que te dan mucha rabia y te encontrarle razón a los marinos de Potemkin. Hace un par de semanas llegó un garzón re’ buena onda. Le dijeron que lo traían solo por un par de semanas para reforzar, pero que el volvería a trabajar desde el barco que zarpa de Puerto Montt, ya que el es de ahí y tenía que cuidar a su papá que tiene cáncer y no está bien. En la recalada le dijeron que se tenía que quedar todo febrero. Él dijo que no podía, que el compromiso eran unas semanas y tenía que volver. Le dijeron que si volvía lo despedían y como eso sucedió, lo echaron.
No sé porque me quedé pensando mientras grababa en el bote en la idea de ir a Europa… no ahora, pero cuando pueda ir y en lo bacán que sería ir al museo del Prado. Eso es uno de los lugares que más quiero ir en el mundo, principalmente para ir a ver a Las Meninas de Velásquez. Seguí divagando sobre ese cuadro y me pregunté si no marcaba el principio del fin del arte. Es decir un pintor que se pinta a él mismo reflejado en un espejo. Es el comienzo de que el arte deja de lado la referencialidad con la realidad y empieza a referirse a si mismo. Arte sobre arte y no sobre “realidad” en medio de estos bosques me pregunté ¿y cómo chucha llegué a ponerme a pensar en estas hueás acá?
Día 157
Hoy fue el primer día de verano en lo que va de la temporada. Hubo sol todo el día. De hecho, en Puerto Edén la temperatura llegó a 21 grados. Inaudito, completamente insólito. Esto no es patagonia. Cualquier payaso puede estar afuera y esa no es la idea… la idea es que sea hostil. Esto está pa’ cabros chicos! (llorando tanto tiempo que no hay sol, sale un par de días y me pongo a reclamar.) Personalmente no me gusta grabar glaciares con sol, fuera que duelen los ojos el reflejo es demasiado. Grabando me mandé una cagá de principiantes, puse mal el balance de blancos y dejé todas las imágenes levemente verdosas. Cuando estaba editando no lo podía creer, ya llevo varios años haciendo esto y no me puede pasar algo así. Es verdad, pasé a llevar un botón, pero me debí haber dado cuenta de eso. Estoy grandecito, por suerte en la editora eso se puede solucionar y las tomas quedaron decente.
En Puerto Edén grabé un rato y luego me conecté al mp3 y me di la vuelta haciendo tomas por donde no venía la gente escuchando música. Me mandaron una colección de cobres de Bob Marley, Beatles, Rolling Stones y Guns n’ Roses en Bossa Nova que son maravillosos. Pueden sonar freaks, pero en realidad son una delicia para los oídos. Tiene las melodías originales, pero cantadas por una mina (Rita Lee) que las hace sonar deliciosas. Relajan mucho, muy recomendable para bajar. Nuevamente subí al mirador y me quedé viendo hacia angostura inglesa… pronto pasaré para allá.
En la tarde terminé de editar y mientras grababa el video salí a la popa. Había un sol de atardecer exquisito. Me puse los audífonos y le di a “Freebird” de un grupo que se llama Lynard Skinner (los mismos de Sweet Home Alabama) que para mi se ha convertido en una especie de himno. Creo que la letra habla de un tipo que le dice a su mujer que no lo espere porque el es un pájaro libre y pase lo que pase tendra que volar. Tiene un solo de guitarra tremendo que me lo vacilé entero. Marcelo me vio y se cagó de la risa. “Parece que empezamos a peinar la muñeca”, comentó.
Día 158
Desperté muy cansado. Agotado. Con mi compañero dije que ya estaba cansado, que quería dormir un día entero. El me dijo que no creí que fuera cansancio, sino que tedio. Tedio, que fuerte es esa palabra. Así conversando y conversando le dije que era muy difícil que volviera otro año. En el fiordo Calvo estuve extremadamente aburrido, Quería que pasara rápido el viaje para tener contacto con mi vida.
En el Brujo una señora me acercó para decirme que me había gustado mucho mi video y que iba a hacer durante el invierno, porque tenía una hermana que necesitaba a alguien que grabara un video sobre unas exploraciones geológicas en Omán. ¿Omán? En el medio del medio oriente. ¡wow! Eso si que sería alucinante. Al llegar al barco busqué donde diablos queda Omán y me puse a pensar en lo genial que sería ese viaje.
En la noche cuando mostraba el video un inglés se me acercó y me dijo con un acento muy british: “What are you planning to do with your remarkable talent?” (que piensas hacer con tu notable talento). Sonó tan bien con el acento. Bueno, resulta ser que su hija es una productora de documentales para la BBC que ahora está en Argentina… mish, parece que es el día de las oportunidades para mi vida después.
Día 159
De nuevo el día estuvo bonito. Me di cuenta que en los paseos mi dinámica es la siguiente. Grabar gente, hacer las tomas tradicionales y después irme lo más lejos posibles a hacer como que grabo, pero en realidad lo que quiero hacer es tener espacio para mi. No estar rodeado de gente que no conozco.
Luego de vuelta al barco, vender videos y contar las horas para poder volver a la civilización. En un momento tuve que escribir la fecha del video y sin querer puse 21-2.-2001, por suerte el 1 se convierte en el 7 fácilmente. Me puse a pensar que estaba haciendo ese día del 2001 por pensar en algo y justo me acuerdo que ese día estaba en viña, justo empezaba el festival y fue la primera vez. Extraño, muy extraño, tampoco me gané ningún premio. Claramente no me lo merecía.
Quedan 9 viajes solamente!!
16897 millas náuticas
Día 154
vean fotos en:
http://www.flickr.com/photos/63568587@N00/?saved=1
Anoche íbamos a salir, pero en un momento me dijeron que había una botella de whiskey y que mejor nos quedáramos carreteando en el barco. Ok, como ustedes deben suponer esto está completamente prohibido y eso lo hizo bastante entretenido. Nos fuimos a la cabina de los camareros, sacamos bebida de la máquina y entre 4 empezamos. Pinda dijo en broma, ¡ya cabros, a bajarse la botella!. Increíblemente después de un par de horas o hicimos. Conversando llegamos a la conclusión que carretear en Natales es muy distinto a hacerlo en otra parte. En el fondo acá tomas para evadirte, para irte del lugar, para olvidar el “encierro”. Todos sentimos que nos pasaba un poco lo mismo. Lo otro divertido es que me decían que era la primera vez que un rrpp (relaciones públicas, mi cargo en el barco) iba a carretear en la cabina con los camareros.
Ayer me había comprado un mp3 y me mandaron música muy buena desde santiago, entonces mi escape a Natales fue un placer, había viento que mezclaba muy bien con las melodías que escuchaba. Es distinta la vida con banda sonora.
Día 155
Cuando desperté había un viento horrible. Lucio dijo que no habían ráfagas de viento, sino que viento en garrafa. Me puse contento de grabar en esas condiciones, aún cuando el resultado no suele ser bueno parece heroico estar grabando cuando todo te quiere tirar para abajo. Así grité en medio del viento “Here we go, veintidós!” Dando comienzo al vigésimo segundo viaje.
El viaje fue entretenido escuchando música, viendo las torres y haciendo tomas creativas. Me gustó darme cuenta que todavía hay espacio para inventar para hacer otras cosas, para poder ver las cosas de una manera distinta. El viento fue demencial, eso si, en el Lago Nordensjold me pude apoyar en el y casi me bota la cámara cuando la dejé por una centésima sola en el trípode.
Me esta dando lata zarpar… me está dando lata tener que despedirme por teléfono de mi gente viendo como Puerto Natales se va alejando poco a poco… Me gustaría mucho que eso no fuese así… pero bueno, las cosas son como son.
En la noche me fui a la popa a escribir. Estaba rica la noche, de hecho estaba solo con polera manga larga. En eso pasó Álvaro y me dijo: “¡que estai autista!” lo que le contesté: “Autista no, artista”.
Día 156
El fomingo estuvo muy aburrido. El tiempo estuvo bueno, no hubo lluvia, salió algo de sol, pero una luz muy aburrida que no permitía ver detalle alguno. Descubrí que todavía me gusta grabar, pero editar me da una lata inmensa. Debe ser porque es una edición muy distinta a la que solía hacer. Acá es pegar una imagen después de la otra, no está en juego el sentido. Yo siempre pensaba que en el lenguaje audiovisual el momento de la redacción se hace en la editora y, así como me gusta escribir porque puedo decir cosas sólo ordenando las palabras que selecciono, editar me parecía un ejercicio creativo muy similar. Acá hay poco espacio para la creatividad. Aparte por un asunto de espacio, grabo al aire libre, pero edito en un encierro que ya me está empezando a pasar la cuenta. Mientras lo hacía llegó Pinda y me preguntó si tenía alguna película buena. Le mostré mis películas y me preguntó como era esa. Se refería al Acorazado Potemkin. “Ahhh, es una película sobre un motín en un barco” y me dijo que la pusiera obviando que es una película muda soviética del año 1925. La vimos como 15 minutos y nos reímos mucho porque el capitán del acorazado era chico, así como el capitán y empezamos a ponerle nombres de gente de la tripulación a los actores. Obviamente no nos hacen comer carne con gusanos como en la película, pero cada cosas pasan cuestiones que te dan mucha rabia y te encontrarle razón a los marinos de Potemkin. Hace un par de semanas llegó un garzón re’ buena onda. Le dijeron que lo traían solo por un par de semanas para reforzar, pero que el volvería a trabajar desde el barco que zarpa de Puerto Montt, ya que el es de ahí y tenía que cuidar a su papá que tiene cáncer y no está bien. En la recalada le dijeron que se tenía que quedar todo febrero. Él dijo que no podía, que el compromiso eran unas semanas y tenía que volver. Le dijeron que si volvía lo despedían y como eso sucedió, lo echaron.
No sé porque me quedé pensando mientras grababa en el bote en la idea de ir a Europa… no ahora, pero cuando pueda ir y en lo bacán que sería ir al museo del Prado. Eso es uno de los lugares que más quiero ir en el mundo, principalmente para ir a ver a Las Meninas de Velásquez. Seguí divagando sobre ese cuadro y me pregunté si no marcaba el principio del fin del arte. Es decir un pintor que se pinta a él mismo reflejado en un espejo. Es el comienzo de que el arte deja de lado la referencialidad con la realidad y empieza a referirse a si mismo. Arte sobre arte y no sobre “realidad” en medio de estos bosques me pregunté ¿y cómo chucha llegué a ponerme a pensar en estas hueás acá?
Día 157
Hoy fue el primer día de verano en lo que va de la temporada. Hubo sol todo el día. De hecho, en Puerto Edén la temperatura llegó a 21 grados. Inaudito, completamente insólito. Esto no es patagonia. Cualquier payaso puede estar afuera y esa no es la idea… la idea es que sea hostil. Esto está pa’ cabros chicos! (llorando tanto tiempo que no hay sol, sale un par de días y me pongo a reclamar.) Personalmente no me gusta grabar glaciares con sol, fuera que duelen los ojos el reflejo es demasiado. Grabando me mandé una cagá de principiantes, puse mal el balance de blancos y dejé todas las imágenes levemente verdosas. Cuando estaba editando no lo podía creer, ya llevo varios años haciendo esto y no me puede pasar algo así. Es verdad, pasé a llevar un botón, pero me debí haber dado cuenta de eso. Estoy grandecito, por suerte en la editora eso se puede solucionar y las tomas quedaron decente.
En Puerto Edén grabé un rato y luego me conecté al mp3 y me di la vuelta haciendo tomas por donde no venía la gente escuchando música. Me mandaron una colección de cobres de Bob Marley, Beatles, Rolling Stones y Guns n’ Roses en Bossa Nova que son maravillosos. Pueden sonar freaks, pero en realidad son una delicia para los oídos. Tiene las melodías originales, pero cantadas por una mina (Rita Lee) que las hace sonar deliciosas. Relajan mucho, muy recomendable para bajar. Nuevamente subí al mirador y me quedé viendo hacia angostura inglesa… pronto pasaré para allá.
En la tarde terminé de editar y mientras grababa el video salí a la popa. Había un sol de atardecer exquisito. Me puse los audífonos y le di a “Freebird” de un grupo que se llama Lynard Skinner (los mismos de Sweet Home Alabama) que para mi se ha convertido en una especie de himno. Creo que la letra habla de un tipo que le dice a su mujer que no lo espere porque el es un pájaro libre y pase lo que pase tendra que volar. Tiene un solo de guitarra tremendo que me lo vacilé entero. Marcelo me vio y se cagó de la risa. “Parece que empezamos a peinar la muñeca”, comentó.
Día 158
Desperté muy cansado. Agotado. Con mi compañero dije que ya estaba cansado, que quería dormir un día entero. El me dijo que no creí que fuera cansancio, sino que tedio. Tedio, que fuerte es esa palabra. Así conversando y conversando le dije que era muy difícil que volviera otro año. En el fiordo Calvo estuve extremadamente aburrido, Quería que pasara rápido el viaje para tener contacto con mi vida.
En el Brujo una señora me acercó para decirme que me había gustado mucho mi video y que iba a hacer durante el invierno, porque tenía una hermana que necesitaba a alguien que grabara un video sobre unas exploraciones geológicas en Omán. ¿Omán? En el medio del medio oriente. ¡wow! Eso si que sería alucinante. Al llegar al barco busqué donde diablos queda Omán y me puse a pensar en lo genial que sería ese viaje.
En la noche cuando mostraba el video un inglés se me acercó y me dijo con un acento muy british: “What are you planning to do with your remarkable talent?” (que piensas hacer con tu notable talento). Sonó tan bien con el acento. Bueno, resulta ser que su hija es una productora de documentales para la BBC que ahora está en Argentina… mish, parece que es el día de las oportunidades para mi vida después.
Día 159
De nuevo el día estuvo bonito. Me di cuenta que en los paseos mi dinámica es la siguiente. Grabar gente, hacer las tomas tradicionales y después irme lo más lejos posibles a hacer como que grabo, pero en realidad lo que quiero hacer es tener espacio para mi. No estar rodeado de gente que no conozco.
Luego de vuelta al barco, vender videos y contar las horas para poder volver a la civilización. En un momento tuve que escribir la fecha del video y sin querer puse 21-2.-2001, por suerte el 1 se convierte en el 7 fácilmente. Me puse a pensar que estaba haciendo ese día del 2001 por pensar en algo y justo me acuerdo que ese día estaba en viña, justo empezaba el festival y fue la primera vez. Extraño, muy extraño, tampoco me gané ningún premio. Claramente no me lo merecía.
Quedan 9 viajes solamente!!
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