Thursday, March 01, 2007

Fiebre

23er viaje
2do peor viaje de la temporada
9 semanas to go
17529 millas náuticas

Día 161

Esta semana me llegó un excelente paquete desde Santiago. Entre muchos dulces y otras cosas interesantes incluía un ejemplar de “Papelucho en vacaciones”. Es curioso, pero yo nunca lo leí cuando cabro chico. Hoy tuve un rato libre echado en mi cabina y me pareció maravilloso. Hubo una cita que me llegó hasta el alma: “Menos mal que los sueños los inventó Dios para consolarnos del desastre”.
Después del asado me quedé viendo el festival (eso es todo lo que tendré del festival de Viña 2007… me perdí a Don Omar. (“Dile” es una tremenda canción, al principio la encontraba como reggeaton de segunda división, pero cuando escuché la letra me di cuenta que prácticamente describió mi vida durante una buena parte del año pasado). Esta noche estaba Ceratti. Nunca me gustó mucho Soda Stereo, pero el show que hizo estaba bien entretenido, aparte sacó una guitarra rica, tras una guitarra rica. Cuando le entregó la gaviota Sergio Lagos dijo: “Se acuerdan, estuvo acá hace 20 años”. “¡Conchasumadre!” – pensé yo. 20 años, si fueron 20 años y yo me acuerdo. Ese verano estuve en Puerto Varas y me acuerdo de haber visto a Soda Stereo con mi familia. 20 años… estoy muy viejo.

Día 162

Me resfrié, estoy con fiebre. En el Paine me sentía raro. Al principio estaba animoso, trataba de buscar otras tomas, pero el encierro en el bus e tenía chato. Al llegar al barco me di cuenta que no estaba bien. ¿qué pasa en ese caso? Simple, hay que grabar no más. Tuve que cortar la conversación de despedida porque me estaba dando mucho frío, me duche y me pude echar un rato en mi litera. Me sentí muy mal. Creo que peor que tener que trabajar enfermo es estar solo enfermo y eso es lo que empecé a sentir en ese lapso. Me dio un ataque de pendejería súbito. Tomé a Sir Werlock (mi nuevo compañero de viaje… ver fotos) tomé a Papelucho y me puse a comer Chocolate. No sé como no lo había leído antes. Es maravilloso como juega con el lenguaje. Hubo otra cita que me mato que la voy a aplicar constantemente a mi vida: “El público reía o pifiaba, que es igual que aplaudir. Era un público subdesarrollado”. Mi regreso a la infancia se corto en el momento en que tuve que salir a grabar el Kirke. Entonces el día de sol que habíamos tenido se convirtió en tempestad.
Apenas pude me escapé de la cama. El motivo de mi resfrío es muy simple: Gasté más energías de las que me quedan y eso mi cuerpo me lo está empezando a cobrar. En cada viaje gasto 10 y en el “desanso” solo alcanzo a recuperar 8. Luego de 22 viajes esa diferencia es como un 40%. Estoy cansado, necesito descansar.

Día 163

Ahora si que caí. Escribo esto con fiebre en caso de que se pregunten el por qué de las incoherencias. Dormí a saltos. Me desperté varias veces para ir al baño. Es lo peor cuando te dan ganas de mear en la noche y tienes ese instante eterno de vacilación en que tratas de evitar lo inevitable. En mi condición actual eso es peor, ya que vivo en el 2do piso del camarote. Cuando me desperté no me sentía tan horrible, así que partí a grabar el glaciar. Afuera viento, lluvia y frío. Yo estaba más cagado de frío que de costumbre. Pa’ peor anduve con muy mala cuavo para los derrumbes y como ando más débil me cuesta mantener el pulso. Espero que al menos no me rete si vendo pocos videos.
En la tarde pude dormir harto rato. Edité el desastre del glaciar y esperé que llegáramos al fiordo Antrim. Lluvia, viento y 6 grados podían suponer que se iba a suspender el paseo, pero el capitán determinó que nos bajábamos. Pensé que ya no me quedaban reservas de adrenalina, pero si, es impresionante. Al bajar al bote inmediatamente me empecé a sentir mejor y pude grabar fluidamente. El problema fue cuando volví al barco. Me duché para temperar el cuerpo y durante la cena me empezó a llegar fuerte la fiebre. Después de la cena el capitán fue al puente y me trajo un remedio, dijo que era lo mejor que había para el resfrió. Yo no tengo idea de medicamentos y, claramente, no es uno de los temas que me interese, así que me dije “servirá”. Mi compañero lo vio y dijo: “Oye, eso es un antibiótico, no creo que lo deberías tomar, pregúntale al doctor.” Le pregunté al doc y éste me dijo que no me convenía tomar eso y que fuera a buscar otro remedio al botiquín. En el puente estaba Marcelo y el jefe de máquina y cuando le expliqué mi disyuntiva me dijeron “¿Acaso te quieres suicidar?”. “¿Cómo se te ocurre contradecir al patroncito, el sabe de todo?”. Obviamente me estaban hueveando y me cagué de la risa. Para entonces me sentía como las pelotas. Tanto así que me dije… bueno, si un remedio no funciona, resultará el otro. Así que me tomé uno de cada uno.

Día 164

Me desperté transpirado, pero con la mente despejada. Según mi compañero tenía fiebre y lo debería dejar grabar a él para que descanse. Lo cierto es que prefiero salir a quedarme sólo en el barco. Al ir saliendo empezó a llover y el capitán ordena dos paseos al glaciar. Es decir, no fueron 90 minutos en el frío, sino que 2 horas y media. Lo curioso es que nuevamente me sentí mucho mejor. Me acuerdo que Vera Meiggs (un profesor de cine que dice ser cineasta aún cuando no se tenga ningún registro de una película suya) decía que filmar era el único oficio que lo podía sacar de la cama con fiebre y trabajar como si nada. Yo decía que este era el único trabajo en el que a las 5 de la tarde recién me acuerdo que no he comido y que no he ido al baño para luego seguir sin comer, ni ir al baño. Bueno, ahora le puedo sumar la parte de la fiebre.
En este viaje anda un matrimonio hindú que vive en Estados Unidos y hablan igual que Apu de los Simpsons. Después del paseo se me acerca y me dice (originalmente en inglés) “Estoy seguros que sus videos es muy buenos, ya que hemos vistos como se has esforzados mucho saliendo con tanto fríos.” Fue bacán sentir que alguien lo reconociera. Además, en la conversación me dio una idea muy buena para ganar mucho, pero mucho dinero cuando vuelva a mi vida y que no es ilegal, inmoral, ni implica la corrupción de menores o especies en peligro de extinción.
En la tarde pensé harto en eso antes de llegar a Puerto Edén. Ahí había un tremendo arcoiris (¿la alegría ya viene?). Grabé relajado y no me sentí mal, aunque me costó llegar al mirador. Al volver al barco dejé de secretar adrenalina lo que hizo que la fiebre apareciera. En la cena el capitán me pregunta: “¿y qué tal el remedio?”. Contesto con un más o menos. “Uno cada 12 horas. Mañana ya te va a resultar.” Mi compañero me pregunta si tomé el antibiótico, le digo que no (en rigor me tomé uno anoche) y se rie. Yo le murmuro “hay que encontrar la forma de sobrevivir, tu tienes la tuya y yo tengo la mía,” A veces el me huevea diciéndome “nunca quedas mal con nadie”. Y es cierto, pero es el mecanismo al que mi personalidad mejor se adapta para poder moverme en este mundo. Hay cosas por las que en otras situaciones pelearía, pero me di cuenta que no vale la pena, sería un desgaste que no creo que quiera tener. Esta no es mi batalla. No es mi guerra. Mi guerra está bastante más al norte y esa si que la pelearé porque definitivamente vale la pena. Después de la proyección me bajó la fiebre en serio. No me acuerdo de la última vez que estuve 2 días con fiebre. Casi siempre estoy un rato y me recupero. Bueno, no con este frío. Lo otro penca es que a nadie le importa, salvo a mi compañero. El capitán sólo le interesa reforzar su ego como farmacéutico, el doctor no me pesca y el resto de la gente… o no saben o no les importa. La cabina está infectada de bichos. Los 7 metros cuadrados en que habito tienen un aire tóxico. Encerrado y a la vez frío, el problema es que si ventilo el frío que entra desde la popa es en serio. A dormir con parka, no más.

Día 165

Casi no dormí. Sueño extraño. Trabajaba en lo mismo que acá pero en Japón. Al recalar me decían que había un pasaje flash para viajar a Chile el jueves y estar de vuelta el sábado. El asunto es que estaba tan cansado con el viaje que no me acordaba de nada. Sólo que al otro día iba con mi mamá camino al aeropuerto para volver y tenía una herida en la pierna. Me sentía pésimo, a las 5 supe que no me iba a poder levantar. Cosas del fútbol, al meno podré descansar en la mañana. Antes de que se fueran los pasajeros vino a verme el doctor. Sin estetoscopio, preguntarme como me sentía, si había tenido fiebre u otra consulta básica me pasó una bolsa con remedios y me dijo: “llevas muchos días resfriado, toma este jarabe 5mm cada 8 horas, amoxicilina y tapsin día. Quédate acostado mirando la foto de tu polola.” Antes que le pudiera decir “¿qué polola?” se había ido. Esto reafirma la opinión que tengo sobre los médicos.
Fue extraño estar acá en el barco y todo el resto del mundo en el paseo. Había una calma abismante, pero fue bueno, al menos descansé. Terminé de leer Papelucho. Estoy casi seguro que la película va a ser pésima. Los lenguajes no son traducibles y la magia del escrito, creo yo, está en la subversión de las palabras y no sé cómo se puede traducir eso al lenguaje audiovisual (niños, lo audiovisual no es una ilustración o una reproducción fotomecánica de la realidad, sino que es un lenguaje con su propia gramática, ortografía, caligrafía y gramática. Me costó un par de años entender eso, pero cuando lo hice entendí todo). Enrique pasó a verme y vio el jarabe que me dejaron “Esto es lo que usan los escolares para volarse” ¡Wow!, no me había dado cuenta, estaba muy volado. Ahora tengo en mi poder algo mucho mejor que el prozac para cuando esté triste.
En la tarde me sentí mejor y ya bajé al Brujo. Ahora me siento bastante decente. Espero que eso haya sido mi resfrío y amanezca bien.

Día 166

Efectivamente amanecí mejor, no estuve bien, pero mejor. En el glaciar Bernal el tiempo estaba pésimo, por lo que hubo que esperar para poder bajar. Ese periodo de tiempo fue muy agradable. Después de un rato bajamos. Había lluvia y viento, pero con el rato se fue calmando. El resto de la tarde fue muy normal hasta que llegué a tener señal de celular y me pude conectar a mi vida. Creo que ese es el mejor remedio que puedo tener ahora.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Mi wachito, cuidese ese resfriado, mire q lo quiero vivito aca en la gran capital...varias niñitas lo esperan jajajajjaja

Besototes

5:48 PM  

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