Hielo Negro
no Adonde nacen los vientos
Yo iré a descansar
A refrescar mis pulmones
Aquí se están comenzando a podrir
Un trago más de ese whisky frío
Que enfría mis entrañas
Un poco más de ese whisky frío
Que ventila mi alma
¡oh no! Acá me estoy comenzando a podrir.
En el halcón milenario
Vamos a atravesar
Todo el desierto frío
Estoy aquí esto es imperial
Y si te encuentro mi viejo amigo
Dime como has estado
El corazón de un ser libre
No es estar encerrado
¡oh no! Acá me estoy comenzando a podrir.
A donde mueren los ciegos
Yo tendré que volver
A terminar mi tarea
Lo que empecé ayer
Y si te encuentro mi viejo
Amigo tendré que despedirme
Mi tiempo aquí ya se terminó, a donde nacen los vientos
¡oh no! Acá me estoy comenzando a podrir.”
Track 5
“Donde nacen los vientos” Hielo Negro
26 viaje
19725 millas nauticas
6 semanas to go
Días 181 & 182 en Punta Arenas
Esta semana me fui a Punta Arenas. En un principio me dio un poco de pena, pero cuando ya iba en el bus me di cuenta que las cosas malas, o mejor dicho las ocasiones desaprovechadas que me podían bajonear no son nada en comparación con arrancarme un par de días del barco. El viaje fue un tremendo descanso. Ya llegando al aeropuerto el pasajero espacial se acercó a meterme conversa. Dijo que se iba quedar un día en Punta Arenas y que después se iba al norte a dejar a la japonesita y volvía a Chillán donde tenía una movida con una mina que tenía dos buenas razones para ir a visitarla, para después terminar su tour en su casa con su querida esposa con la que tiene dos hijos. Cuando el bus pasó por el aeropuerto se compró dos chelas y volvió a subirse. Me ofreció una. Hace un tiempo no hubiese aceptado estando entre pasajeros y en el bus del barco. Pero, what the heck!. Hacía calor y una cerveza imperial no le viene mal a nadie. Me preguntó donde me quedaba, le dije que no sabía que iba a buscar un hostal. Me dijo que no, que si quería conseguir minas tenía que gastar plata y que si me quedaba en un hostal no iba a pasar nada. Le dije que aunque estaba ganando plata no podía dejar la moral de estudiante (lo cual es muy bueno, ya que en poco tiempo más voy a dejar de ganar plata). Además, claramente no me interesa una mina que por lo bajo quiere que la lleve a un hotel 5 estrellas. Bueno, el panorama de mi socio era dejar durmiendo a la chinita en la tarde e irse con unas minas que había conocido en Punta Arenas. No gracias. Yo lo único que quería hacer era nada. Llegué a un hostal piola con tele por cable y justo cuando la prendo están dando un partido de básquetbol. ¡que placer! Fue volver a mis placeres burgueses – urbanos. En la tarde caminé hacia la zona franca (son como 50 minutos) y empezó a hacer tanto calor (luego supe que hicieron 21 grados) que iba en polera. Algo bastante peculiar para la ciudad más austral de nuestro país. Ahí me compré un dvd portátil que espero que ayude a alivianar mi ansiedad existencial entreteniéndome con colores, formas y sonidos. En la noche vi tele, dormí, soñé y estuve despierto. Fue una cosa bastantemente excelente. Aparte, dormir en cama es un verdadero placer. Si no lo aprecian, por favor háganlo esta noche y agradezcan a Alá la posibilidad de hacerlo todas las noches.
El viernes saqué hartas fotos. El día partió lloviendo, pero luego se puso muy bueno. Volver al barco tuvo esa sensación de fines de febrero en que las vacaciones se terminan y tienes que volver a clases. En el bus puse uno de mis últimos descubrimientos: “Hielo Negro” el máximo exponente (sospecho que el único) del Rock Patagónico. Matafari, el grupo reggae de Natales era malísimo, principalmente porque el frío y esa música no pegan mucho. Con el metal es distinto. Hay grandes bandas suecas, noruegas e incluso finlandesas. Sin que yo sea muy aficionado a esta música en mi adolescencia escuché un tiempo a Amorphis. Me acuerdo en al sala del 1ero A escondido en el fondo durante el recreo para que la inspectora no me obligara a bajar escuchando “I rather be dead, I rather be, better unborned” (preferiría estar muerto, preferiría no haber nacido). Nota de la redacción: ¡Puta que linda fue mi adolescencia!. Bueno, en este caso Hielo Negro es malísimo. Su sonido es precario, el vocalista es francamente malo y sus letras son de una estupidez abisal. Pero, hay que respetarlos, son los máximos exponentes del rock patagónico.
El resto del camino me fui viendo “María llena eres de Gracia”, película mitas colombiana y mitad gringa que me pareció bien buena.
Día 183
Lobo estepario
El lobo estepario baja a la ciudad
Lo hace de noche
Donde reinan las sombras
Dicen que detrás de su mirar
Esconde el secreto
Del hombre animal
Nunca nadie lo vio
Bajar aquí
Solo su cara vio
En el fondo del vaso vacío
El lobo estepario es tu mitad
Luces de neón marcaran tu camino
Quieres saber si contigo pasa lo mismo
Solo debes en el fondo del vaso mirar
Si ves un reflejo es que es también es tu mitad
Track 2 – Donde nacen los vientos, Hielo Negro
En este viaje viene un equipo de una revista argentina a sacar fotos de moda. Es decir, aparte del fotógrafo, la asistente y la periodista viene una modelo. Ustedes deben pensar que es terrible de rica la mina, pero no es tanto. Es muy bonita, una muñequita, pero tiene 17 años y aparenta 17. Aparte llega un punto en que es demasiado flaca. Como se comentaba en el barco “tiene menos carne que una empanada de queso”.
Las torres estuvieron bonitas, de hecho saqué unas fotos muy surrealistas. Cuando dejo de grabar y vuelvo al bus a dejar cámara y trípode para almorzar veo que hay un sostén botado en mi asiento. ¡que falta de respeto!, ¡que falta de respeto! Uno lleva 6 meses embarcado y le hacen eso. Así que, casi con pinzas tomé la prenda de vestir y la dejé en su lugar de origen.
Ahhhh, la modelo está sentada al lado mío en la mesa. Podré decir que pasé una semana con una modelo argentina.
Día 184
El día estuvo feo, horrible. Horripilantemente horrible. En el glaciar Amalia había tanta lluvia y nubes que el capitán dio media vuelta rápido y salimos de ahí. Con el cambio de hora no hay paseo en la tarde así que pude disfrutar de no hacer nada durante la tarde. Me puse a ver la película “La caída”. ¡wow! Es muy fuerte, pero buena. Me pasó que encontré que en la personificación de Hitler habían muchos ademanes y muchos gestos parecidos a Pinochet. Bueno, será que entre dictadores se parecen.
Día 185
Aburrido de cagarme de frío en las manos en Punta Arenas me compré unos guantes de neoprén muy delgados que me permiten operar la cámara. Funcionaron super bien, el problema es que el bote se quedó sin motor y el contramaestre tuvo que remar su resto hasta que el bote de pasajeros nos rescatara. Llega un punto en la temporada que el desgaste se siente. No sólo las horas de sueño, los golpes y el frío comienzan a pasar la cuenta, sino que las máquinas también. El visor de mi cámara se echó a perder, el auto foco me da cualquier lectura, al igual que el control de la exposición. El computador está más lento, la funda ya deja pasar el agua… es decir, ya estamos todos en las últimas, llegando con la última de nuestras fuerzas al fin de temporada.
Durante el almuerzo el fotógrafo mostró sus fotos. El tipo es seco, es un maestro. Tiene unos retratos impresionantes en Brasil. Aparte el tipo es muy top, le ha hecho campañas a Adidas, a muchas marcas de ropa, ha trabajado en EEUU, el Europa. El hueón es sequísimo. También mostró las fotos que el ha sacado a la “cachorrita” (así es como le dicen a la modelo) y la mina cambia completamente. Asume una actitud que no tiene en la vida real y el maquillaje al hace transformarse en una mujer bastante deseable.
En la tarde Puerto Edén estaba un tanto mojado. Iba caminando por las pasarelas cuando me resbalo y caigo. Por suerte me afirmé de la baranda y no le pasó nada a la cámara. Atrás iba un mexicano que dijo: “Cuidado, cuidado con la cámara”. Me dio una rabia, tanta rabia que le dije: “No se preocupe, la cámara que es lo único que importa está bien”. Curiosamente no se lo tomó a mal, quizás le parezca lógico que las cámaras son más importantes que las personas. Mi compañero me contaba que cuando él se cayó hace unos 15 años al agua estaba enredado con la cámara y se empezó a hundir entre los témpanos. Cuando ya pensó que no había vuelta se pudo zafar de la cámara y salir a flote. Casi hipotermia fue llevado de vuelta al barco. Al llegar el capitán lo recibió diciéndole: “¿qué le pasó a la cámara?”
En la noche me dio una vergüenza tremenda mostrar el video. No era pudor, era vergüenza que el argentino lo viera después de verle las fotos. De cortesía dijo que estaba muy bueno el video, pero se notaba que claramente no era así.
Día 186
En el fiordo Calvo estaba chato. No quería más. No sé porque pero suelo ponerme triste en ese lugar. Estoy sintiendo que 6 semanas todavía es mucho tiempo, mucho tiempo. Estoy cansado. Tan cansado que en la noche cuando estaba ordenando las cosas la señora se me acerco y me dijo: “que estás cansado hijito, anda a dormir”.
Día 187
El día estuvo muy feo, muy feo. En el paseo terminé sopeado. Mojado entero. Me tuve que cambiar toda la ropa al volver al barco, ya que la ropa corporativa supuestamente impermeable no es tal. En la tarde tuve que grabar una cosa, así que terminé tarde con la pega. Durante la fiesta me saqué una foto con la modelo y le dije así como en broma “para que la tengas cuando yo sea famoso” (el resto del mundo le decía, déjame sacarte una foto para tenerla cuando tu seas famosa). Y estaba echando la talla con el barman cuando Alex (quien será el Dj de mi fiesta) pone Atrevete- te. En ese momento me puse a bailar con la modelo y le dije: “Lo siento, cuando escucho está canción me da uan especie de posesión y me transformo”
Para que googleen
Fotógrafo Gonzalo Lauda
http://www.takeproduction.com/Sito/gonzalo%20lauda.html
Modelo: Ana Clara Lasta
Yo iré a descansar
A refrescar mis pulmones
Aquí se están comenzando a podrir
Un trago más de ese whisky frío
Que enfría mis entrañas
Un poco más de ese whisky frío
Que ventila mi alma
¡oh no! Acá me estoy comenzando a podrir.
En el halcón milenario
Vamos a atravesar
Todo el desierto frío
Estoy aquí esto es imperial
Y si te encuentro mi viejo amigo
Dime como has estado
El corazón de un ser libre
No es estar encerrado
¡oh no! Acá me estoy comenzando a podrir.
A donde mueren los ciegos
Yo tendré que volver
A terminar mi tarea
Lo que empecé ayer
Y si te encuentro mi viejo
Amigo tendré que despedirme
Mi tiempo aquí ya se terminó, a donde nacen los vientos
¡oh no! Acá me estoy comenzando a podrir.”
Track 5
“Donde nacen los vientos” Hielo Negro
26 viaje
19725 millas nauticas
6 semanas to go
Días 181 & 182 en Punta Arenas
Esta semana me fui a Punta Arenas. En un principio me dio un poco de pena, pero cuando ya iba en el bus me di cuenta que las cosas malas, o mejor dicho las ocasiones desaprovechadas que me podían bajonear no son nada en comparación con arrancarme un par de días del barco. El viaje fue un tremendo descanso. Ya llegando al aeropuerto el pasajero espacial se acercó a meterme conversa. Dijo que se iba quedar un día en Punta Arenas y que después se iba al norte a dejar a la japonesita y volvía a Chillán donde tenía una movida con una mina que tenía dos buenas razones para ir a visitarla, para después terminar su tour en su casa con su querida esposa con la que tiene dos hijos. Cuando el bus pasó por el aeropuerto se compró dos chelas y volvió a subirse. Me ofreció una. Hace un tiempo no hubiese aceptado estando entre pasajeros y en el bus del barco. Pero, what the heck!. Hacía calor y una cerveza imperial no le viene mal a nadie. Me preguntó donde me quedaba, le dije que no sabía que iba a buscar un hostal. Me dijo que no, que si quería conseguir minas tenía que gastar plata y que si me quedaba en un hostal no iba a pasar nada. Le dije que aunque estaba ganando plata no podía dejar la moral de estudiante (lo cual es muy bueno, ya que en poco tiempo más voy a dejar de ganar plata). Además, claramente no me interesa una mina que por lo bajo quiere que la lleve a un hotel 5 estrellas. Bueno, el panorama de mi socio era dejar durmiendo a la chinita en la tarde e irse con unas minas que había conocido en Punta Arenas. No gracias. Yo lo único que quería hacer era nada. Llegué a un hostal piola con tele por cable y justo cuando la prendo están dando un partido de básquetbol. ¡que placer! Fue volver a mis placeres burgueses – urbanos. En la tarde caminé hacia la zona franca (son como 50 minutos) y empezó a hacer tanto calor (luego supe que hicieron 21 grados) que iba en polera. Algo bastante peculiar para la ciudad más austral de nuestro país. Ahí me compré un dvd portátil que espero que ayude a alivianar mi ansiedad existencial entreteniéndome con colores, formas y sonidos. En la noche vi tele, dormí, soñé y estuve despierto. Fue una cosa bastantemente excelente. Aparte, dormir en cama es un verdadero placer. Si no lo aprecian, por favor háganlo esta noche y agradezcan a Alá la posibilidad de hacerlo todas las noches.
El viernes saqué hartas fotos. El día partió lloviendo, pero luego se puso muy bueno. Volver al barco tuvo esa sensación de fines de febrero en que las vacaciones se terminan y tienes que volver a clases. En el bus puse uno de mis últimos descubrimientos: “Hielo Negro” el máximo exponente (sospecho que el único) del Rock Patagónico. Matafari, el grupo reggae de Natales era malísimo, principalmente porque el frío y esa música no pegan mucho. Con el metal es distinto. Hay grandes bandas suecas, noruegas e incluso finlandesas. Sin que yo sea muy aficionado a esta música en mi adolescencia escuché un tiempo a Amorphis. Me acuerdo en al sala del 1ero A escondido en el fondo durante el recreo para que la inspectora no me obligara a bajar escuchando “I rather be dead, I rather be, better unborned” (preferiría estar muerto, preferiría no haber nacido). Nota de la redacción: ¡Puta que linda fue mi adolescencia!. Bueno, en este caso Hielo Negro es malísimo. Su sonido es precario, el vocalista es francamente malo y sus letras son de una estupidez abisal. Pero, hay que respetarlos, son los máximos exponentes del rock patagónico.
El resto del camino me fui viendo “María llena eres de Gracia”, película mitas colombiana y mitad gringa que me pareció bien buena.
Día 183
Lobo estepario
El lobo estepario baja a la ciudad
Lo hace de noche
Donde reinan las sombras
Dicen que detrás de su mirar
Esconde el secreto
Del hombre animal
Nunca nadie lo vio
Bajar aquí
Solo su cara vio
En el fondo del vaso vacío
El lobo estepario es tu mitad
Luces de neón marcaran tu camino
Quieres saber si contigo pasa lo mismo
Solo debes en el fondo del vaso mirar
Si ves un reflejo es que es también es tu mitad
Track 2 – Donde nacen los vientos, Hielo Negro
En este viaje viene un equipo de una revista argentina a sacar fotos de moda. Es decir, aparte del fotógrafo, la asistente y la periodista viene una modelo. Ustedes deben pensar que es terrible de rica la mina, pero no es tanto. Es muy bonita, una muñequita, pero tiene 17 años y aparenta 17. Aparte llega un punto en que es demasiado flaca. Como se comentaba en el barco “tiene menos carne que una empanada de queso”.
Las torres estuvieron bonitas, de hecho saqué unas fotos muy surrealistas. Cuando dejo de grabar y vuelvo al bus a dejar cámara y trípode para almorzar veo que hay un sostén botado en mi asiento. ¡que falta de respeto!, ¡que falta de respeto! Uno lleva 6 meses embarcado y le hacen eso. Así que, casi con pinzas tomé la prenda de vestir y la dejé en su lugar de origen.
Ahhhh, la modelo está sentada al lado mío en la mesa. Podré decir que pasé una semana con una modelo argentina.
Día 184
El día estuvo feo, horrible. Horripilantemente horrible. En el glaciar Amalia había tanta lluvia y nubes que el capitán dio media vuelta rápido y salimos de ahí. Con el cambio de hora no hay paseo en la tarde así que pude disfrutar de no hacer nada durante la tarde. Me puse a ver la película “La caída”. ¡wow! Es muy fuerte, pero buena. Me pasó que encontré que en la personificación de Hitler habían muchos ademanes y muchos gestos parecidos a Pinochet. Bueno, será que entre dictadores se parecen.
Día 185
Aburrido de cagarme de frío en las manos en Punta Arenas me compré unos guantes de neoprén muy delgados que me permiten operar la cámara. Funcionaron super bien, el problema es que el bote se quedó sin motor y el contramaestre tuvo que remar su resto hasta que el bote de pasajeros nos rescatara. Llega un punto en la temporada que el desgaste se siente. No sólo las horas de sueño, los golpes y el frío comienzan a pasar la cuenta, sino que las máquinas también. El visor de mi cámara se echó a perder, el auto foco me da cualquier lectura, al igual que el control de la exposición. El computador está más lento, la funda ya deja pasar el agua… es decir, ya estamos todos en las últimas, llegando con la última de nuestras fuerzas al fin de temporada.
Durante el almuerzo el fotógrafo mostró sus fotos. El tipo es seco, es un maestro. Tiene unos retratos impresionantes en Brasil. Aparte el tipo es muy top, le ha hecho campañas a Adidas, a muchas marcas de ropa, ha trabajado en EEUU, el Europa. El hueón es sequísimo. También mostró las fotos que el ha sacado a la “cachorrita” (así es como le dicen a la modelo) y la mina cambia completamente. Asume una actitud que no tiene en la vida real y el maquillaje al hace transformarse en una mujer bastante deseable.
En la tarde Puerto Edén estaba un tanto mojado. Iba caminando por las pasarelas cuando me resbalo y caigo. Por suerte me afirmé de la baranda y no le pasó nada a la cámara. Atrás iba un mexicano que dijo: “Cuidado, cuidado con la cámara”. Me dio una rabia, tanta rabia que le dije: “No se preocupe, la cámara que es lo único que importa está bien”. Curiosamente no se lo tomó a mal, quizás le parezca lógico que las cámaras son más importantes que las personas. Mi compañero me contaba que cuando él se cayó hace unos 15 años al agua estaba enredado con la cámara y se empezó a hundir entre los témpanos. Cuando ya pensó que no había vuelta se pudo zafar de la cámara y salir a flote. Casi hipotermia fue llevado de vuelta al barco. Al llegar el capitán lo recibió diciéndole: “¿qué le pasó a la cámara?”
En la noche me dio una vergüenza tremenda mostrar el video. No era pudor, era vergüenza que el argentino lo viera después de verle las fotos. De cortesía dijo que estaba muy bueno el video, pero se notaba que claramente no era así.
Día 186
En el fiordo Calvo estaba chato. No quería más. No sé porque pero suelo ponerme triste en ese lugar. Estoy sintiendo que 6 semanas todavía es mucho tiempo, mucho tiempo. Estoy cansado. Tan cansado que en la noche cuando estaba ordenando las cosas la señora se me acerco y me dijo: “que estás cansado hijito, anda a dormir”.
Día 187
El día estuvo muy feo, muy feo. En el paseo terminé sopeado. Mojado entero. Me tuve que cambiar toda la ropa al volver al barco, ya que la ropa corporativa supuestamente impermeable no es tal. En la tarde tuve que grabar una cosa, así que terminé tarde con la pega. Durante la fiesta me saqué una foto con la modelo y le dije así como en broma “para que la tengas cuando yo sea famoso” (el resto del mundo le decía, déjame sacarte una foto para tenerla cuando tu seas famosa). Y estaba echando la talla con el barman cuando Alex (quien será el Dj de mi fiesta) pone Atrevete- te. En ese momento me puse a bailar con la modelo y le dije: “Lo siento, cuando escucho está canción me da uan especie de posesión y me transformo”
Para que googleen
Fotógrafo Gonzalo Lauda
http://www.takeproduction.com/Sito/gonzalo%20lauda.html
Modelo: Ana Clara Lasta
2 Comments:
Respecto a las ocasiones desaprovechadas...
...
Siempre hay ocasiones nuevas!
Vamos que se puede!!!!
El tiempo pasa volando!!!
Aunque para el que espera sea eterno...
Animoooooooo
Cachaste que María llena eres de gracias se parece mucho a D-cidete.
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