Thursday, April 26, 2007

Martini

3er viaje
24780 millas nauticas
1 semanas to go

Día 218

Una de las cosas que pedía antes de irme era tener una vez más el fiordo Calvo con sol (lo que lo pueden haber visto en las fotos de la semana pasada) y otra era vez las Torres del Paine despejadas. Tuvimos un día esplendido, sensacional. Había un solcito de invierno que apenas temperaba el ambiente, pero todos los cerros estaban nevados hasta abajo. Era muy bello. Me permitía decir “ok, Esteban, te puedes ir tranquilo de acá y volver en el verano a recorrer las Torres del Paine”. De vuelta en el barco estaba emocionado. Era el penúltimo barco. Haciendo juegos mentales me decía que en realidad este era el último viaje normal, ya que el crucero final iba a ser precisamente eso.
Resulta ser que hace un par de meses echaron al garzón que atendía la mesa del capitán y tienen a Mario (el barman) cubriendo la mesa. Una señora española le dijo en la cena: “pero como ez que tu eztaz acá zi rezién eztaba en el bar”. “No señora, resulta que tengo un hermano gemelo que atiende en el bar”. “Pero ez que zon igualitos”. “Bueno señora, somos gemelos”. Todos en la mesa nos aguantamos la risa. La señora se comió tan burda broma y nos dio pie para seguir hueveándola.

Día 219

Domingo… realmente no pasó nada interesante.


Día 220

La española todavía no cae. Sigue creyendo que son hermanos gemelos. Nosotros le decimos que se fije bien, que si pone atención se va a dar cuenta que las diferencias. Aparte, que tienen distinta personalidad. Somos muy jugosos, pero lo cierto es que a bordo son pocas las posibilidades de divertirse. El glaciar Pío XI estuvo frío, pero bien. En Puerto Edén casi no había luz, así que no fue mucho lo que se podía hacer. Mientras editaba llegó Pinda a hacerme unas preguntas sobre leyes laborales, le dije que yo no sabía bien la respuesta, pero que le averiguaba en la recalada. Ahí me contó su plan de demandar a la empresa por varias situaciones ilegales. El problema es que necesita saber que tan factible es hacerlo. Me fue contando varias cosas que dan cuenta de la forma en que el capitán logra influir en los poderes públicos que es muy turbio… bueno, de ahí me surgió la idea de engordar sus varios kilos (más de los que lo he hecho acá) y convertirme en el Michael Moore patagónico… porque al menos historias acá sobran.
Durante la cena el doctor pregunto: “Oye, y cuando pasa el video este chico”. Y a los cinco minutos la española pregunto “¿Y dónde va a moztrar el vídeo ezte niño?” me enojé, pero después me dio un poco de risa.

Día 221

Uffff, como agradezco que quede sólo un viaje. Hacía mucho, mucho frío. En general el día estaba bastante gris y se veían pocas cosas fuera del gris panorama. Además el asunto es que a esta altura la luz se va a las 17:30. Como me quedó harto tiempo libre me fui a mi cabina a ver “Antes del Atardecer” película que tenía hartas ganas de ver por varias razones:
1.- una vez me peleé muy heavymente con galleta por culpa de ese film. Es una de las pocas veces en la vida que me he enojado en serio.
2.- Una vez me cantaron la canción que la julie Delpy le canta a Ethan Hawke.
La película como película me pareció bastante pobre dado sus escasos recursos de representación audiovisual. Es decir, podría ser una obra de teatro o un libro y no pierdes o ganas nada, salvo ver locaciones de Paris y el departamento de la mina (cuando me vaya a vivir sólo – que espero que sea pronto- yo quiero uno decorado así). Sin embargo, tiene unos diálogos muy buenos y te hace reflexionar sobre el sentido del amor… aunque a esta altura cabe preguntarse que sentido tiene. Bueno, y un final curiosísimo ya que es completamente antitético. Ok, se que no me voy a dedicar a la crítica cinematográfica… demasiado pedante… Ahhhh, lo otro curioso que descubrí es que el director es el mismo que el de School of Rock, y esa película si que es grossa. Absolutamente inspiradora.

Día 222

¡wow! Doscientos veinte y dos. Son muchos días, muchos días. En la mañana estuve muy aburrido grabando, una luz fea, lluvia, viento. Mientras avanzábamos por el fiordo de las montañas yo sólo quería que llegáramos al final, hasta que ocurrió. Como todavía era temprano me arranqué al bar. Mario estaba con pega y le pregunté si me podía servir algo. Eso es como el sueño del pibe. Una pared llena de copetes ricos y uno puede elegir el que quiera. Me dieron ganas de tomarme un Martín Bianco. Lo hice y al sentir la textura aceitosa que se resbala por los hielos me retrotrajo al living de mi casa. Sentado en el sofá amarillo en el día domingo viendo una carrera de Formula 1. Cuando ya Schumacher estaba adelante y no había nada que pudiera cambiar el resultado y el andar de los bólidos se hacía monótono. Me ponía a hojear el Mercurio del domingo y tomar un Martini. Me sentí como en casa. Respiré hondo y sentí, quizás por primera vez desde que estoy acá, que estoy muy cerca de volver a sentir eso, estoy muy cerca.

Ahora pasa lo que ocurre en las carreras de auto, después de muchas y muchas vueltas en el partidor se empieza a hondear una bandera blanca que significa que viene la última vuelta. Todo el cansancio y el desgaste queda atrás. Tu confías en que todo puede aguantar una vuelta más al máximo esfuerzo, porque después no hay más, no hay más.
La próxima vez que postee todo habrá terminado.

Friday, April 20, 2007

Mind Games

3om viaje
24058 millas nauticas
2 semanas to go

muchas fotos nuevas en:
http://www.flickr.com/photos/63568587@N00/?saved=1

Día 210

En este viaje viene el jefe de Santiago, el tipo que me contrató y creo que es la oportunidad de decirle que no voy a volver el próximo año, ya que todos tienen la fantasía que me voy a quedar. Cuando llegó me saludó afectuosamente y le dijo a otra persona “El es Esteban, es un excelente profesional, un muy buen compañero de trabajo y se la jugó por nosotros mamándose toda la temporada y estoy seguro que no nos va a hacer lo mismo que Cristian Castro (él que estaba el año pasado en la pega)” Ahí veremos contesté… El asado no tuvo nada interesante salvo que invitaron a todo el consejo municipal de Puerto Natales. Cuando el capitán quiere algo de alguna autoridad no va a reuniones en sus oficinas, sino que los invita a comer un regado asado. Esta muy enojado con la gente de CONAF, ya que se han negado a venir. Es su forma de hacer lobby… y le resulta, así es como la autoridad marítima nos dejara zarpar en este viaje sin tener un doctor a bordo. Bueno, resulta que el alcalde de Natales es un chiste. Es un italiano de cómo 80 años. Es una especie de Benny de la política. Bastante chucheta y, por lo que he sabido, pésimo alcalde.

Día 211

Las Torres estuvieron más bien fomes, pero hubo hartos animales lo que salvó el día. Incluso un zorrito en el Lago Nordenjskold se cruzó frente a un guanaco justo cuando lo tenía en plano cerrado, así que dio una toma muy buena. En la noche siguieron los halagos. Me dijo que quería que apenas llegara a Santiago me pusiera a trabajar en la oficina central actualizando unos videos. En rigor, no me vendría nada mal un par de meses más de pega, pero no creo que sea correcto decir encima de la fecha que me voy. Tenía la mejor de las intenciones de decirle: “¡Cálmate… yo no vuelvo!” – pero es de esas personas que no dan tiempo al otro para hablar.
No sé si es parte de una estrategia maquiavélica, pero si lo fuera es perfecta. Tu entras acá y no sabes nada, eres un gusano. Después vives en un completo limbo, sin saber lo que tus jefes piensan de tu trabajo y, al final, cuando estás cansado y sicológicamente destruido te dicen que lo hiciste bien y sientes que tienes una deuda con ellos. Incluso en un momento hoy pensé en volver el próximo año… pero luego me dije: “Esteban, están jugando con tu mente”. O más bien como decía Beck en una antigua canción “Somebody’s fucking with mi mind”.

Día 212

En realidad no pasó nada muy interesante.

Día 213

Siguen los juegos mentales. Cuando mostré el video se me acercó y me dijo que estaba excelente, que tenía que enseñarle a editar a la gente del otro barco que guardara en archivo las tomas y bla, bla, bla una cantidad inconmensurable de loas para que cuando yo pretendiera decir algo me dijese: “me tengo que ir, nos vemos mañana”. Después de ordenar todo partí para la “favela”, que es como se conoce a la cabina de los camareros. La verdad es que no tengo razón para quejarme por mi espacio, ya que ellos viven 5 en una pieza. El asunto es que está hiper tecnologizada. Tienen como 4 computadores, 3 dvds, 2 teles y, lo que es más importante, un playstation. Bajé con el pretexto de ir a devolver y buscar una película y justo Pinda estaba jugando GTA San Andreas. Así que le pedí el control en un par de turnos y empecé a robar autos y atropellar gente. Fue realmente agradable, me alivió del stress. Dentro del reino del pirateo (hay como 500 títulos disponibles en forma subterránea en el barco) habían un par de películas interesantes, pero medias densas. No quería nada que pudiera ocupar mi mente. Así que elegí “Cars”. Resulta ser que uno de mis máximos orgullos en mi vida es que cuando dieron Rebotes en el Sanfic, hasta antes del 1 de agosto estaban dando en la sala 3 del cine hoyts de la Reina “Cars”. Pero a las 19:30 el letrero rojo cambió y decía “Rebotes”. Yo me decía: “Wow, Pixar, en asociación con Disney, una mega producción y yo, con un docu hecho con la Carola que nos costó re’ poco los estamos sacando de cartelera por un día”. Después de ver los primeros 20 minutos quedé alucinado. No teníamos derecho a hacer lo que hicimos. Cars es un millón de veces mejor que Rebotes, aun cuando tienen varios puntos en común (aunque el desarrollo de los protagonistas es al revés). Me divertí mucho y puedo decir que me fui a dormir contento.

Día 214

Una de las cosas que pedía antes de terminar la temporada era un día más en el Fiordo Calvo con sol. Sólo uno más en que se vieran los reflejos de modo esplendoroso (vean las fotos). Como la semana pasada se había puesto a nevar en algún momento yo prácticamente había perdido las esperanzas. Sin embargo, cuando me desperté se veía una estrella y dentro de la penumbra (a las 7 de la mañana está prácticamente oscuro) no se avizoraba nube alguna. Salí a grabar el amanecer y el día estaba esplendoroso. Fue grosso bacán, sentía que podía irme tranquilo de acá. Ya había visto lo que había que ver. En la tarde siguió el día así. El jefe de Santiago me mando a hacer unas tomas del barco en El Brujo. Es bacán cuando te dejan el bote para ti sólo y total libertad de movimientos. Le decía a Pablito, avanza hasta allá y luego pasemos paralelos. Y me mandé un travelling a raz de agua de lo más faisán. En la noche terminé de ver Cars. Es cierto que de la mitad en adelante guatea, pero sigue siendo muy buena… al menos para alguien que todavía se emociona por las carreras de autos.

Día 215

¡Ehhhh, renuncié! Es decir, dije que no volvía el próximo año. Es difícil renunciar. Mas cuando ya han pinponeado tu mente y te haces sentir como si fuese una deslealtad irte. Durante la tarde tenía esas ideas y luego me decía mi mismo ¿qué chucha estás pensando? Busqué un momento para decirlo y durante la fiesta le dije: “Es improbable que vuelva el próximo año?”
“¿¡Cómo!? ¿por qué?”
“Uffff, varias…”
“Pero dime alguna”
“Principalmente el sistema de trabajo, no te deja tiempo para nada”
“¿Cómo? ¿O sea encuentras que no tienes tiempo libre?”
“En realidad estando acá no tienes vida”
“No te entiendo”
“No hay días libres, no hay espacio para hacer nada, para pensar, para soñar, todo es el barco”
¿Cómo es eso que no hay días libres? (nota de la redacción: como si no lo supiera)
No hay días libres.
Pero eso está mal… no debería ser así. Uno se vuelve loco así.
Es exactamente lo que me está pasando…
Bueno, bueno, en otra instancia tenemos que seguir conversando”.
Y salió de la sala de música. En ese momento una felicidad inmensa se apoderó de mi. Es como si sintiera que me liberaba de un peso de encima. Luego supe que le había dicho a mi compañero que estaba sentido conmigo porque le había dicho el último día del viaje y él le retrucó diciendo: “te avisó con cuatro meses de anticipación”. En todo caso a mi me pareció muy gracioso.

Día 216 (epílogo)

Al despedirse lo hizo fríamente y dijo que me iba a llamar. Posteriormente le dio un afectuoso abrazo a mi compañero y le dijo “eres un gran profesional”. (ergo, ¿yo habría dejado de hacerlo?)

Hasta mi vieja me retó por haber dicho que no seguía con tanta anticipación.

Thursday, April 12, 2007

Sofía

29no viaje
23026 millas nauticas
3 semanas to go

Día 204

El día viernes cuando empezaban a llegar los hueones (léase pasajeros) miré la lista y vi que venía la misma doctora del tercer viaje (leer bitácora Quizás para contextualizar el asunto). Venía con Sofía, su hija, pero no con su esposo. A través de otro doctor de Punta Arenas supe que se estaban separando hace un tiempo y así fue. El viernes en una conversación en la que parece que me estaba quejando mucho me dijeron: “oye, a veces haces parecer como si te hubieses ido 50 años y son sólo son 8 meses”. Mi contraparte en el teléfono no dejaba de tener razón; sin embargo han pasado muchas cosas. Cuando la doctora vino yo a ella la encontraba el ser más tierno del mundo y a su marido un tipo súper bueno, con la mejor de las intenciones, pero extremadamente fome. Sin quererlo se convirtieron en protagonista de una de mis tantas películas imaginarias (de esas que digo que hay que hacer, pero nunca me animo siquiera a empezar a escribir el guión). Esta se trataría de una pareja que se fue a vivir a Punta Arenas justo después de que se habían casado porque él había conseguido pega ahí. Sin embargo la soledad y el frío les hace darse cuenta que su relación se está desmoronando antes que se haya empezado a desarrollar. Me acuerdo que ellos me compraron el video del viaje en octubre y fue una de las ventas más emocionantes que he tenido. Tienen 30 años y no creo que ganen mucha plata, por lo que las 15 lucas les deben haber dolido. De hecho, yo les iba a decir que me pasaran un dvd para que se los grabara a la mala, porque me parecía horrible lucrar con mi gente (ambos estudiaron en la U y cuando uno esta lejos busca cualquier vínculo para sentirse cercano a las personas), sin embargo lo quisieron comprar. Siempre me he preguntado por el destino de los videos que hago. Tengo la impresión de que muchos jamás son vistos. Otros son exhibidos una que otra vez con el fin de aburrir a sus familiares; una especie de pase de diapositivas de 50 minutos grabado en video de alta definición por la joven promesa del audiovisual chileno. Ahora me pregunto que será el video de ellos… ¿el recuerdo del viaje en que trataron de arreglar su matrimonio, pero no resultó? ¿O acaso el registro de lo que habían planeado como su despedida?. Me pregunto donde estará ese dvd ahora.
Para la hora de la cena me encontré con la doctora. Nos saludamos, técnicamente ella no es la doctora a bordo, sino que la amiga con la que viene. Me preguntó como estaba, le dije que cansado, con ganas de ir pa’ mi casa. Ella dijo que ya llevaba harto tiempo acá. Y es verdad… creo que para ambos este periodo entre viajes ha sido mucho tiempo. La Sofía estaba preciosa ahora tiene 2 años y un par de meses. Me pongo a mirarla un rato y se me llenen los ojos de lágrimas. Es muy, muy linda. Hasta me dan ganas de tener una así pronto.

Día 205

No pasó nada muy interesante. Salvo las ganas de modificar mi lista de cosas que hacer cuando vuelva y poner en primer lugar conseguir una guagua así. Pero me da la impresión que me está faltando algo para que eso suceda… De mi casa me habían mandado huevitos de chocolate por ser el día del conejo, así que le convidé algunos a la Sofía en el desayuno.
Durante el almuerzo la doctora le estaba tratando de enseñar nuestros nombres. Cuando llegó a mi compañero le preguntó ¿quién es él? Y ella automáticamente contestó “tata”. Nos cagamos de la risa y nos dio material para huevearlo. En la cena me senté a su lado. De repente la miraba y me quedaba mirando de vuelta con sus ojazos negros. Que rica debe ser la sensación que te miren así siempre, que te miren como si fuese la primera vez que ven algo.

Día 206

No pasó mucho en el glaciar Pío Xi, pintaba para un día heladísimo, pero en algún momento salió el sol. De todos modos estuvo fome, debe ser porque ya hace más frío que los desprendimientos no son tan frecuentes.
En la tarde me encontré en Puerto Edén con el equipo de Frutos del País. Les pregunte como les había ido. “Bien… bien como las hueás”. Resulta que ningún kawéskar les quiso hablar si es que no les pagaban y en general la gente no los pescó. Puerto Edén es bonito, pero lo cierto es que también es un lugar muy raro. Creo que no haría un documental ahí. Al menos si a mi me hubiesen preguntado yo hubiese dicho que nica Puerto Edén da para un capítulo de una hora. Me quedé conversando un rato con lso tipos y Óscar me dijo: “no seai jote, graba a tu gente”. “No es de jote, hueón, estoy consiguiendo pega”.

Día 207

Al despertar puse un dvd de Guns ‘n Roses que corrió hasta Patience. Me acordé cuando tocaba esa canción en la banda y siempre entraba con un sol cuando tenía que entrar con re. Miré el calendario y me di cuenta que queda exactamente un mes para que esté de vuelta en mi casa. Un mes. Sólo hay que tener un poco de paciencia, un poco de paciencia. A esta altura los días se hacen larguísimos y parece que nunca llega el final. Como que te esfuerzas por correr, avanzas, pero la meta sigue todavía lejos. Paciencia, tal como dice Axl Rose, hay que tener un poco de paciencia.
En la mañana habían 4 grados y la temperatura no subió en toda la mañana. En un principio estaba calmó y se produjo un reflejo precioso, pero después de un rato empezó a llover y hacía el final del paseo empezaron a caer unas gotas un tanto gruesas… estaba nevando. No alcanzó a acumularse, pero cayó nieve un rato. Era justo lo que le había pedido a Alá para esta navidad.
En la mesa los únicos que salvan son las doctoras y la Sofía. Después del almuerzo una vieja le fue a reclamar a mi compañero de que como era posible que trajeran una doctora (hablando de la amiga de la doctora titular) como la que había porque (cito textual) “no estaba al nivel del barco”. Me dio mucha rabia escuchar eso, porque la mina es re piola, pero no podía decir nada.
En la tarde cuando bajamos al Brujo habían 3 grados. Es decir durante todo el día la temperatura varió en dos grados y fue para abajo. Además se puso a llover fuerte cuando estábamos ahí. Me estoy convirtiendo en un verdadero hombre de hielo.
En la noche la mamá de la Sofía me preguntó por un asunto de las películas que ponemos para las cabinas. La misma vieja que reclamo por la doctora me preguntó porque no había películas toda la noche. Le expliqué como era el sistema que nosotros las poníamos desde un dvd y que nos tendríamos que despertar en medio de la noche para poner otra película de modo de tener programación continua. ¡Pero hagan eso, insistió! “Lo siento señor, yo necesito dormir para poder descansar”. “Pero quédate despierto hasta la una para poner otra película”. “Yo estoy trabajando desde las 8 y no voy a dejar el poco tiempo de descanso que tengo para poner una película”. “Es que en el folleto decía que habían tres canales”. “Miré… no sé que decía en el folleto, pero no voy a quedarme despierto a ponerle una película.”

Día 208

Después de desayunó subí a mi cabina a buscar la parka para hacer unas tomas de contexto (técnicamente todas las tomas que hago son de contexto, podríamos decir que mis videos son videos de contexto) cuando veo que el barco que está anclado se empieza a acercar a la orilla y no hay nada que lo detenga. “¡varemos, por favor, varemos!” – pensaba yo, recordando un sueño de la semana pasada en que el barco se hundía y volvía para mi casa. La gente empezó a correr y el barco topó con la orilla, sin embargo, echaron a andar máquinas y todo volvió a la normalidad.
En la noche le pedí a la doctora que me sacara una foto con la Sofía. Al mirar la foto ella me dijo, la Sofía mira pa’ cualquier lado, pero tu la estás mirando con una cara de enamorado. Es que es re’ fácil enamorarse de esa cabra chica. Yo quiero una así, quiero una así para navidad… bueno, ya no alcancé para esta, pero entonces para la otra.

Thursday, April 05, 2007

Lista

Cosas que hacer cuando vuelva:

-Ir a ver a Puente con Benjamín
- Comprarme el manubrio y jugar playstation hasta quedarme dormido.
- Ver todas las películas esenciales que no he podido visto (El padrino, trilogía de kiezlowzki, olimpia, etc.)
- Ir a comer un whopper con tocino al Burger
- Recuperar el premio del fidocs y pasar tiempo con el.
- invitar a mi familia a comer pato en el Normandie.
- Inscribirme en el gimnasio, ir no menos de 5 veces a la semana durante las vacaciones.
- Abrazar a la gente que quiero.
- Decirles que los quiero y que los eché de menos.
- Invitar a mi ex alumnaje al HBH para chelear hasta más no poder.
- Comer mucho ceviche
- Invitar a mucha gente a comer ñoquis el 29 de mayo
- acompañar a mi viejo a jugar golf
- Ir al cine con mi mamá a ver una pelícucla ñoña y después invitarla a tomar té.
- Comprar arrollados primavera y ginger ale para ver echado en mi cama los playoffs de la NBA.
- Ir a manifestaciones y/o eventos masivos con la bandera de Magallanes
- Respetar los derechos autorales
- Tomar champagne decente
- Ver el Mago de Oz escuchando Dark Side of the moon
- Proclamar publicamente (estando arriba de la pelota y sano) la independencia de Magallanes.
- Leer completa la antología de los Beatles y ver los 10 dvd's como si fuera una teleserie
- Ir a buscar mi título y celebrarlo.

(obviamente los mejores planes son los que no se escriben)

28mo viaje
21383 millas nauticas
5 semanas to go

Día 197

Las Torres del Paine jamás se vieron. Hubo un viento fuertísimo. El problema es que además llovía entonces las gotas te pegaban como si fueran piedrecillas. Era muy desagradable. De hecho la grabación fue difícil. Lo curioso es que durante casi todo el día hubo un arcoiris. ¿Será que la alegría ya viene?

Día 198

No tengo ganas de escribir. Quizás lo único que quiero decir es que en un momento subí al puente y el capitán se puso a hablar de los rehenes ingleses en Irán. Diciendo que los gringos iban a dejar la cagá y se iba a armar una guerra. Pensé en que pasaría si durante la navegación ocurría el holocausto nuclear. Imaginaba estar frente a un glaciar y que de repente una luz nos cegaba y que alcanzaba a ver como el hielo se derretía un instante antes que la onda expansiva me llegara y se apagaran las luces.

Día 199

Tampoco tengo muchas ganas de escribir. Cuando bajé en Puerto Edén me encontré con unos tipos con cámara y micrófono. Les pregunté que onda y me dijeron que eran de Frutos del País. Antes de irme estaba tratando de trabajar ahí dado que mi profe guía de la tesis trabaja ahí. Les dije que lo conocía y que le mandaran saludos. Me preguntaron por mi pega y les conté. E inmediatamente sentí mucha vergüenza por mi pega. Me daba ganas yo estar haciendo la pega de ellos. No sólo poniendo una imagen a continuación de la otra, sino que dándole sentido, dándole vida, contar cosas desde la gente y no sólo mostrarlas como si fueses especies de un zoológicos y después irnos. Me di cuenta que no estoy orgulloso de lo que hago y me dio mucha pena. Para pasarla me fui a la noche a la cabina de los camareros a escuchar reggeaton.

Día 200

Son las 23:30. Empecé a trabajar a las 8:00, terminé recién y no he parado. Me di cuenta que llevo 15 horas seguidas trabajando. Llevo muchos meses así. Me he convertido en una máquina, el problema es que soy una máquina con sentimientos. Hoy tuve muchas ganas de llorar.

Día 201

No soportaba más en la editora. Pero no quería salir de ahí. El dvd estaba codificándose y la inercia me mantenía frente al computador. Estaba profundamente triste. Cuando de repente me acordé de una canción de U2. Tomé un post it y lo pegue frente a los otros mensajes que tengo. “It’s just a moment, this time will pass” (Es sólo un momento, este tiempo va a pasar)